El pasado sábado 26 de septiembre la Asociación de Celiacos de Euskadi celebró en Bilbao la tercera edición de las Jornadas “Celiacos Viajeros” cuyo objetivo principal es ofrecer información y testimonios directos que animen y ayuden a los celiacos a viajar sin miedos.
Tuve la suerte de poder participar en estas jornadas, a primera hora como ponente y el resto de la jornada como oyente. De verdad que fue una gozada porque uno no deja de aprender con diferentes puntos de vista que no solo animan a seguir viajando sino que nos hacen más empáticos y nos aportan instrumentos para afrontar nuestra enfermedad y aprender a entender a otros celiacos y sus dificultades.
Después de la presentación de las jornadas por parte la directora de la Asociación Mireia Apraiz, comenzamos con mi intervención, en la que intenté transmitir las que para mí son las tres herramientas fundamentales para viajar siendo celiaco: Ilusión, Información e Investigación.
Así mismo, aporte ideas y utilidades que pueden ayudar a superar algunas barreras como el idioma, organizar los restaurantes en mapas, qué llevar en la maleta, elegir entre hotel o apartamento… Por supuesto toda la información que estará disponible en la sección “Viajando” de este blog.
Tomó el relevo Nacho González del blog singlutenporfavor.es que expuso de manera muy personal algunos ejemplos de cómo organizó los viajes que por trabajo realizó a Grecia o Suecia y sus experiencias y anécdotas en los recientes cambios de residencia desde Alicante a Pamplona y luego Madrid, dejando el hogar familiar, compartiendo piso, saliendo de tapas con nuevos amigos… Además, a modo de ejemplo, Nacho nos invitó a organizar su próximo viaje utilizando las web de las asociaciones, aplicaciones móviles y google maps.
Después de estas dos intervenciones llenas de herramientas, consejos e información tocó conectar vía skype con Juan Ayala del blog unceliacoporelmundo.com que actualmente se encuentra en Chile. La experiencia me pareció muy divertida e interesante, pues era curioso ver a Juan en la pantalla y que él pudiera ver la sala llena de gente e incluso hacerle preguntas sobre su aventura alrededor del mundo.
Nos contó un montón de cosas, como que en algunas países asiáticos utilizaba un arroz muy almidonado como pan y le untaba crema de cacao o cómo se metía hasta la cocina de los restaurantes y mediante gestos y alguna palabra local se hacía entender. De Sudamérica comentó platos libres de gluten como el ceviche, pero recordó que siempre hay que estar alerta con la contaminación cruzada… Antes de despedirse nos dejó claro que por ahora no tiene intención de dejar de viajar.
Con el ánimo viajero por la nubes se dio paso a una mesa redonda en la que los tres ponentes expusieron con toda la naturalidad y cercanía como afrontan su vida y viajes como celiacos. Por un lado Blanca Montero, celiaca e insulinodependiente que destacó que lo más importante para viajar y abrirse camino en el día a día es el optimismo. Reconoció que cuando fue diagnosticada tuvo una fase de rebeldía y bajón, y es que afrontar la celiaquía siendo adulta después de llevar años conviviendo con la diabetes no debe ser fácil. Sin embargo Blanca nos demostró que aunque no le sea posible viajar muy lejos no para quieta y derrocha energía y fuerza.
A su lado estaba Paúl Babío, un joven de 19 años que vino solo a la charla y con traje de neopreno en la mochila pues después de la charla se iba con los amigos a ver desde una tabla de surf la competición de saltos en la ría de Bilbao. Así, con toda naturalidad nos contó como creció siendo celiaco, protegido por sus padres y como venció su vergüenza para reclamar sus platos sin gluten, salir con los amigos a cenar y nos recalcó una clave: la desconfianza. “Sed desconfiados” y tiene razón, pues cuando hablamos de comer sin gluten hablamos de nuestra salud.
Y por último, el testimonio de Olga Artiñano, enfermera y deportista profesional de sokatira que nos narró sus aventuras en campeonatos por todo el mundo. En las competiciones la comida es común para todos y al principio le daba apuro parar toda la cola para preguntar los platos que podía comer, pero también que hay que superarlo. Comentó que se ha incrementado la oferta de platos sin gluten en las competiciones, eventos deportivos y en los complementos nutricionales gracias a que varios deportistas siguen una dieta sin gluten para supuestamente mejorar el rendimiento, si bien muchas personas siguen la dieta por moda por lo que no prestan atención a la contaminación cruzada lo que crea confusión y que realmente algunos platos no sean aptos para celiacos aunque se publiciten como tal.
Para terminar la jornada los asistentes pudieron realizar preguntas a los ponentes. Algunas de las cuestiones fueron cómo afrontar la celiaquía en la adolescencia y ayudar a los niños celiacos a no sentirse discriminados. Al respecto, Nerea Segura, nutricionista de la asociación, les animó a solicitar una hora de tutoría para informar a todos los compañeros del cole sobre celiaquía, a dar alas a los niños y en las fiestas enfatizar que lo importante es la celebración y compartirla con los amigos y no la comida. Paúl les recomendó que les eduquen en la desconfianza, no fiarse y que sean los niños los que estén alerta. Además, con total naturalidad y simpatía también les recomendó que llegada cierta edad hablen sobre las bebidas alcohólicas que tienen gluten, pues aunque no quieran sus hijos saldrán de fiesta y las consumirán.
Resumir esta jornada me ha sido bastante difícil, sobre todo porque lo más importante no se puede contar con palabras. A parte de los consejos, lo que se transmitió es ilusión y fuerza para superar esas barreras a la hora de salir a comer fuera y viajar. Estoy encantado de haber podido contribuir a ello y haber conocido a personas tan especiales como Blanca, que contagia el optimismo y la fuerza con tan solo la mirada.
Me queda muy claro, que ser celiaco no es un impedimento para viajar. En la maleta podremos llevar galletas, pan o bollos sin gluten pero lo que nunca debemos olvidar es la ilusión, el optimismo y las ganas de viajar.
Estoy muy feliz de haber estado allí. Yo me siento muy a gusto estando donde a uno le invitan a estar, haciendo lo que me gusta, con gente interesante que colabora sin esperar nada a cambio salvo recibir la ayuda y energía que otros les transmitieron antes.
Estoy muy feliz de haber estado allí. Yo me siento muy a gusto estando donde a uno le invitan a estar, haciendo lo que me gusta, con gente interesante que colabora sin esperar nada a cambio salvo recibir la ayuda y energía que otros les transmitieron antes.
Eskerrik Asco!!
Ricardo. Celiacoalos30 / Octubre 2015
Me ha encantado el resúmen y en todos los mensajes. En cambio hay algo en lo que, si me permite Paúl, discrepo un poquinín... "Educar a los niños en la desconfianza"
ResponderEliminarYo cambiaría hacia educar a los niños en la responsabilidad. Un niño desconfiado es un niño que no se atreve a preguntar, que no se atreve a salir y que tiene miedo. En cambio ser responsable supone asumir su problema y afrontarlo sin depender de nadie.
Con no depender de nadie... se aprende a no depender tampoco de lo que diga el camarero y conformarnos con eso. Y, por supuesto, desarrollar ese sexto sentido de que nos da la alerta de posible contaminación.
Todo esto no lo desarrolla un niño con desconfianza. De verdad... lo veo así.
Bssss
¡Eh!.. Que debo decir y digo que he hablado con Ricardo y me ha aclarado que el sentido en que se expuso el tema es el mismo que "reivindico" con este comentario. Si es que leemos pero interpretamos a nuestra manera... ainssss... ¡Sorry Paúl!
EliminarMuy bien resumido. Me ha encantado participar y para mi ha sido una satisfacción enorme sentirme útil. Me has subido la autoestima, aunque ya la tenía alta, que para eso soy de Bilbao¡ ja, ja¡ Un beso
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